Producción agropecuaria de la mano con la inclusión

Al Colegio Secundario de Calobre (CSC) no solo se le conoce por preparar a algunos de los mejores bachilleres agropecuarios del país, sino también porque su programa de inclusión destaca entre otros centros escolares. Los docentes de esta escuela, establecida desde 1999 en las montañas veragüenses y a la que se llega desde El Roble, en Aguadulce, tras 40 minutos por una excelente carretera, procuran no dejar atrás a ninguno de sus estudiantes.
El profesor de Agroforestal y Ambiente, y uno de los encargados del programa, Marcos Pimentel, con 22 años de enseñar en el CSC, se aclaró la garganta y lo dijo alto y claro: “en el colegio está el Departamento de Inclusión, bien formado”, el alumno ingresa, se le hace una prueba y, en base al diagnóstico, le plantean recomendaciones a los educadores.
De acuerdo con Pimentel, en el CSC entre ocho y 10 jóvenes con alguna dificultad intelectual o de lento aprendizaje son del Bachiller Agropecuario, pero esto no quiere decir que en la parte práctica o técnica del pénsum académico no se desenvuelvan como se espera de ellos, además, educadores y alumnos los apoyan.
El profesor argumentó que hay excepciones como Jorge Pinzón, quien conduce el tractor, acopla el equipo de arado a este y desarrolla otras labores del campo y todo lo hace de forma eficiente, no obstante, las dificultades en la comprensión lectora, sumas y restas que tiene el chico son manejables.
“Son cinco materias en la parte técnica, no obstante, en las asignaturas prácticas estos alumnos van a la par con los demás. Aunque en las teóricas les cuesta un poco la lectura, la comprensión, los números, sin embargo, aquí es cuando entra la especialista y hace una adecuación para que el estudiante pueda equiparar y esté al nivel de los demás”, explicó Pimentel.
Pasión por aprender y cultivar
Orgullo, compromiso y alegría por lo aprendido, sienten los 27 aspirantes a graduarse de Bachiller Agropecuario del CSC este 2025, una escuela que ya suma un cuarto de siglo. Tanto entusiasmo tienen los estudiantes que a cada proyecto que planifican con sus profesores, le imprimen pasión, energía, entusiasmo, por aprender y trabajar con ganas para compartir la producción con los alumnos de una primaria cercana, y esto lo aplaude el Ministerio de Educación (Meduca).
Entre los proyectos que maneja esta escuela veragüense, que también ofrece Bachiller en Ciencias y premedia, están: producción de miel de abejas, ovejas, vacas, porcino, tilapias, gallinas ponedoras, pollos de engorde, huevos de codornices, yuca, ñame, otoe, ñampí y un invernadero de hidropónicos en fibra de coco.
Extender para producir
Además, proyectan ampliar el terreno para sembrar y agregar más ganado, una planificación por la que su director, Alexis Quintero, comentó que les ofrecieron 23 hectáreas (ha) cerca del colegio y ya se hizo la solicitud al Fondo Agropecuario para adquirir la parcela, lo que apoyaría la producción agropecuaria y también los planes de estudios de los alumnos. En el 2024, un estudiante donó una tierra en la que sembraron maíz y salió una producción muy buena, señaló Quintero.
“La idea es producir alimentos, no solo para el colegio sino para abastecer a las escuelas cercanas. Lo más importante es que los jóvenes necesitan formarse en estos proyectos, sobre todo, la parte práctica, la preparación del terreno, la operación del equipo agrícola, ellos siembran, fumigan, cosechan, que vean todo el ciclo de producción. Si logramos adquirir la tierra, la idea es tener fincas de explotación comercial, 5 o 10 ha de arroz y maíz mecanizado”, explicó.
‘Estamos orgullosos’
Luis Aguilar, graduando de Bachiller Agropecuario, con satisfacción dijo que “tenemos plantas frutales, maderables y ornamentales y me llama la atención el proceso de hacerlas crecer, el cuidado y el manejo que debemos tener con ellas para verlas producir. Me enorgullece saber que lo cultivado por nosotros, sirve para alimentar a niños pequeños y para nosotros en la escuela”.
Después de planificar, licitar y tramitar documentos por varios meses, y trabajar muy duro en la escuela de Calobre, inauguraron un nuevo chiquero para los cerdos, además, presentaron la producción de miel, de huevos de gallinas y codornices, se marcó al ganado vacuno de la escuela con el ferrete del Meduca.
La producción agrícola complementa y enorgullece a Noelis Guevara Núñez, del XII grado agropecuario, quien comentó que “como bachilleres agropecuarios, producir tanta comida y donarla a otras escuelas que no tienen, me llena de orgullo. Sirve de mucho lo que hacemos. Me gusta la técnica de recolectar semillas, trabajar con el semillero, preparar, llenar las bolsas y elegir las mejores plantas”.
“Estudiar este bachillerato, ha sido una experiencia inigualable, aspiro ir a una ingeniería agrónoma, pues podemos ayudar a los productores pequeños en cultivos variados, esos alimentos van directo al consumidor. Aprendí conceptos que pongo en práctica, como aplicar inyecciones, el abono, preparación y muestreo del suelo, agroforestería y otros”, así de claro lo tiene el graduando Jorge Aguilar.